Una decisión arriesgada, de última hora; una apuesta irreverente y rebelde contra todas las previsiones meteorológicas... Un mensaje breve y conciso fue el detonante: "Albarra"
Ángel tiene un dicho: " Fuera de casa como en ningún sitio..."
Arrancar con calma un miércoles de tarde, con el arrojo para afrontar las horas y los kilómetros que nos separan de los Pinares del Rodeno; ignorando la lluvia que nos acompañó todo el camino... Fue una apuesta arriesgada, y apostamos todo por un sueño; un minisueño, una miniaventura...
Lo más bonito de las llegadas nocturnas es el despertar... Es como hacer un teletransporte... Un "chas!" y todo cambia, la luz, el aire, la tierra, los olores...
Despertamos con calma, desperezándonos de los kilómetros, y nos encaminamos a los Pinares... Una miniexpedición familiar; lo mejor de todo. Familiar por la empatía y la confianza, por la tranquilidad que nos arropa; sin presiones, sin afanes... Como dirían por ahí: "Just for Fun"...
Diversión... Si tuviera que resumirlo todo en una palabra sería ésta: "Diversión"... No es ésta una crónica detallada, es un regusto aposentado en la memoria... No lo recorrimos todo, pero todo lo que recorrimos lo hicimos con ansias, a veces fanáticas, con garra; otras con calma y pausadamente... Los números se pierden con el tiempo , los nombres se pueden olvidar... pero las sensaciones quedan... Así pues ésta es una crónica sensorial...
Cobijados mientras la lluvia se desvanecía...
Divertirnos por estar, divertirnos a pesar de que en la primera hora nos visita una repentina lluvia que dura unos minutos... pero que para nada es capaz de quitarnos la sonrisa...
Tocamos la arenisca tantas veces vista en fotos, vídeos y en sueños... Pisamos los Pinares... El cielo se vuelve azul, el sol aparece con ganas y nos dice con un tibio resplandor: "Adelante..."
Poco después buscaríamos lugares más aireados, a los cuales parece que la lluvia no ha llegado... Deambulamos, paseamos, descansamos ... Fuimos de un bloque a otro, surcando líneas, animándonos, apoyándonos... Cada uno en la medida de su estado de forma, de sus ganas... Todos a una...
Aurora... "retomando"
Calzarnos los gatos, colocar los crashpads, porterear, apretar, compartir, beber, comer... Disfrutar...
Como si fuera un sueño me dejé llevar de bloque en bloque, de espacio en espacio... No hay nombres, ni grados... no me importan... sólo fluyo, aprieto, comprimo, agarro... Disfruto...
Ana levitando en un Techo...
La dinámica es continua, compartida y colectivamente sabrosa...
La "familia" crece, y las cenas bajo un cielo estrellado son un goce, aunque gotas de lluvia caen desde no se sabe dónde no varían las sonrisas...Resistimos y recuperamos fuerzas al abrigo del viento que por la noche parece resistirse a no aparecer...Al terminar, nos recogemos a dormir, abrazados a la ilusión de que aún nos quedan días por delante...
Nómadas en busca de aliento y alimento para las ansias... Campo de juegos...
Concienciados con el respeto al medio en el que nos encontramos, vagamos de bloque en bloque; intentando no dejar trazas de nuestro paso pero sintiendo como cada paso nos deja una huella indeleble en la memoria sensorial... también en la gestual... Algunos pasos salen, otros quedan para próximas visitas...
Jorge apretando en "La Fuente"
A veces coincidimos con otros, a veces estamos solos, a veces pasa alguien que saluda con una sonrisa, otras veces alguien se para a mirarnos escalar o se nos une... Charla, compartir, sentir...
Alimentándonos de Sol...
Nos despertamos pronto, desayunamos con calma y arrancamos de nuevo, una y otra vez para perdernos entre los árboles y los bloques... A veces el sol juega al escondite pero terminamos encontrándolo para sentir el placer tibio de su roce... A la sombra apretamos, al sol nos relajamos...
Mauri a la caza de la regleta... "La fuente"
"Tío Marco" en Albarra
Han pasado ya unos cuantos días, podría hacer un repaso cronológico de lo vivido, pero me quedo con los detalles, los sabores, las sensaciones... Evocaciones... Hay que vivirlo para saborearlo... y ahora puedo saborearlo una y otra vez... Gracias a Mauri, Aurora, Inés, Ángel, Ana, Hossze, Marco, Miguel, Patri, Lara, Carolina, Carlos y a Sharon...
Las huellas de días de disfrutar...
He regresado a la Pena Corneira, he vuelto a mi casa... Pero sé que hay otros mundos que están en éste... Y que con la mente abierta, el pecho lleno de ganas y buena compañía... Es lo más hermoso de ésta vida... Poder vivirlos y saborearlos... Y con buena compañía... Mucho mejor... Gracias a todos por arriesgarnos, por compartir y por VIVIR!
